Anoche tuve sexo.
Tuve sexo contigo.
Anoche hice el amor.
Hice el amor contigo.
Sin que lo sospechara,
sin que lo supieras,
sin hacer contacto
No tuve tiempo de moverme,
siquiera para parpadear.
Te pensé, te imagine,
tú y yo, nuestras manos entrelazadas,
nuestros labios rojos y deseosos
diciéndole a nuestros oídos
cosas hermosas sobre el amor.
Ese amor era tan puro
cual blanco al amanecer.
Tus ojos y los míos,
la eternidad en el atardecer.
Y muriendo de ganas,
de ganas de apreciarse,
apremiarse y contemplarse.
Mi respiración inerte,
mi palpitar muy fuerte.
¡Corazón mío, vida mía!
Quédate para siempre
en ese espacio vacío
que sólo tú llenas.
Ya todo te pertenezco.
Tu cabello castaño
ayudado por el viento taciturno
invadía mi rostro.
Tu cabeza de princesa
recostada en mi hombro.
Volé mientras tanto
a un lugar añorado.
Anoche te pensé,
te amé y me inspire.
Te tuve sin…
Ver la entrada original 19 palabras más